Vamos a ver… por dónde empiezo… Todos sabemos los efectos del tabaco, así que no entraré en discusiones al respecto, pero…
Llego a Madrid y ya empezado el 2006 veo cómo muchos de mis sitios y restaurantes favoritos han decidido pasarse al lado de los "no-fumadores" merced a la ley Antitabaco, que según tengo entendido a los locales de más de 100m2 les permite disponer un espacio para fumadores, y a los locales menores de dicho espacio, pasarse a fumador o no-fumador, opción mutuamente excluyente.
¿Me equivoco hasta aquí sobre los hechos?
Vale, pues en mi opinión personal –repito personal y basada en mis experiencias– veo dos tipos de cliente:
- Los no-fumadores que no soportan el humo de tabaco, que siempre me han parecido gente apocada, discreta hasta la saciedad, de comer poco, de beber menos, y de divertirse casi nada (Que en la peña suele coincidir con el que pide agua sin gas, ensalada, y poleomenta porque le empieza a doler la tripa)
- Los fumadores, o personas que sin fumar no hacen gesto por un poco de humo, son gente que entiende mejor los placeres, más sociables, permisivos, sibaritas y hedonistas que los del punto anterior.
Entonces… si yo fuera responsable de un local, y debo decidir entre estos dos tipos de clientes… ¿es tan difícil la elección? No lo creo.
Razones de salud aparte, claro, que hoy sólo hablo de disfrute y consumo.
PD/ "Ya puestos, prohibidnos el azúcar, el tocino, los kentucky, la guindilla y el chinchón" dijo un amigo, y yo le cito sin por ello solidarizarme, aunque no echaría de menos los kentucky en absoluto.
No juzgo, y aunque hay personas que esperan vivir cien años… pero ¿¿para qué?? si no la supiste vivir. Prefiero vivir poco pero saber que la disfruté pisteando, riendo, fumando.. y haciendo desmadre… !!!
Total y profundísima decepción al ver que pertencezco a esa clase de individuos apocados, discretos, de poco comer y beber y que casi nada se divierten. Voy a diseñarme en el Corel una etiqueta y me la cuelgo de la oreja… 😦